En este momento estás viendo ¿Cómo se regula el proceso de Digestión?

¿Te gustaría saber cómo controla nuestro el proceso de digestión y que factores intervienen para transformar los alimentos en nutrientes? Vamos a verlo.


Los mecanismos reguladores neuronales y endocrinos trabajan en forma conjunta para mantener las condiciones óptimas y necesarias para el proceso de digestión y absorción.

Estos mecanismos reguladores, que estimulan la actividad digestiva a través de la actividad mecánica y química, se controlan de diferentes maneras, vamos a analizarlos para seguir comprendiendo como funciona nuestro cuerpo respecto a la digestión y absorción de los alimentos.

REGULACIÓN NERVIOSA DEL PROCESO DE DIGESTIÓN


Las paredes del canal alimentario contienen una variedad de sensores que ayudan a regular las funciones digestivas.

Estos incluyen mecanorreceptores, quimiorreceptores y osmoreceptores, que son capaces de detectar estímulos mecánicos, químicos y osmóticos, respectivamente.

Por ejemplo, estos receptores pueden detectar cuándo la presencia de alimentos ha provocado la expansión del estómago, si las partículas de alimentos se han descompuesto lo suficiente, cuánto líquido está presente e incluso son tan precisos que pueden identificar el tipo de nutrientes en los alimentos (lípidos, carbohidratos y/o proteínas).

La estimulación de estos receptores provoca un reflejo apropiado que promueve todo el proceso de digestión. Lo cual va desde, la generación de saliva al masticar, pasando por el envió de mensajes que active las glándulas que secretan jugos digestivos en la luz del estómago, hasta la estimulación de los músculos del intestino para favorecer la motilidad.

Las paredes de todo el canal alimentario están incrustadas con plexos nerviosos que interactúan con el sistema nervioso central. De acá puedes entender porque uno se siente bien cuando come algo que le gusta.

Estas interacciones provocan varios tipos de reflejos.

Los plexos nerviosos extrínsecos gestionan reflejos largos, que involucran al sistema nervioso central (SNC) y autónomo (SNA) y funcionan en respuesta a estímulos externos al sistema digestivo.

Los reflejos cortos, por otro lado, están orquestados por plexos nerviosos intrínsecos dentro de la pared del tubo digestivo, formando parte de lo que se denomina como sistema nervioso entérico (conocido también como 2° cerebro).

Los reflejos cortos regulan las actividades en determinadas áreas del tracto digestivo y pueden coordinar los movimientos peristálticos locales y estimular las secreciones digestivas.

Para entender esto vamos a poner un ejemplo, la vista, el olor, y el sabor de los alimentos inician largos reflejos que comienzan con una neurona sensorial que envía una señal al cerebro.

La respuesta a esa señal es estimular las células en el estómago para comenzar a secretar jugos digestivos en preparación para la comida que vamos a comer.

Una vez que hemos comido, los alimentos dilatan el estómago e inician reflejos cortos que hacen que las células en la pared del estómago aumenten la secreción de jugos digestivos, por ejemplo a la vez que estimulan el peristaltismo.

REGULACIÓN HORMONAL DEL PROCESO DE DIGESTIÓN


Existe una gran variedad de hormonas están involucradas en el proceso digestivo.

La principal hormona digestiva del estómago es la gastrina, que se secreta en respuesta a la presencia de alimentos. Y es la gastrina la que luego estimula la secreción de ácido gástrico por las células parietales de la mucosa del estómago.

También se producen otras hormonas gastrointestinales que actúan sobre el intestino y sus órganos accesorios.

Por ejmplo, las hormonas producidas por el duodeno incluyen a la secretina, que estimula una secreción acuosa de bicarbonato por el páncreas; también la colecistoquinina (CCK), que estimula la secreción de enzimas pancreáticas y bilis desde el hígado y la liberación de bilis desde la vesícula biliar; y el péptido inhibidor gástrico, que inhibe la secreción gástrica y ralentiza el vaciado gástrico y la motilidad.

Estas hormonas gastrointestinales son secretadas por células epiteliales especializadas, llamadas endocrinocitos, ubicado en el epitelio de la mucosa del estómago y el intestino delgado.

Estas hormonas luego ingresan al torrente sanguíneo, a través del cual pueden alcanzar sus órganos objetivos.